Más vale tarde que nunca , y aunque a final de mes ,no podíamos faltar a la sección : clásico del mes , una vez liberado de los compromisos laborales del mes de diciembre, empezamos este 2015 con uno de mis clásicos favoritos, el Jaguar XJS .
Las concentraciones de clásicos nos dan la oportunidad de intercambiar impresiones con aficionados y soñar por un instante con preciosos clásicos.
Un asiduo a estos eventos es un holandés muy español Juan José Navas: Hans , como le llaman sus amigos , un tipo realmente encantador , amigable y simpático.
La pasión por la marca le viene hace mucho tiempo cuando siendo niño empezó sus pinitos mecánicos en Opel , más tarde y de la mano de su tío entró a formar parte de la plantilla de un taller de Jaguar, y como no podía ser de otra forma cuando pudo se hizo con un felino de la marca , que más tarde cambiaría por otro .
Esta pasión por Jaguar le hizo ser uno de los referentes del club Jaguar en Holanda .
Pasó el tiempo y a mediados de los 90 las obligaciones laborales lo trajeron a España , lejos de su tierra natal y sus Jaguar ,
El amor por los clásicos nunca lo perdió, es por ello que una vez afianzado en tierras españolas , comenzó a retomar su pasión, un Bmw , un 928 un Rover 825 , etc.. Pero le faltaba un felino en el garaje .
La fortuna quiso que uno de los clásicos de sus sueños se cruzase en su vida , para lo cuál debía separarse del Porsche, que dejó sitio a un flamante XJS V12 .
Una pequeña puesta a punto , realizada por él mismo y listo.
Luce como salido de fabrica con la esencia que da el tiempo .
Un precioso color gris con interior en cuero ceniza y detalles de madera noble .
Todo en este 2+2 es original y en estado de concurso.
Empezamos la prueba a primera hora de la mañana y por más que intento sacarle un defecto no lo encuentro : fino y sigiloso inglés, elegancia británica, que se nota en los pequeños detalles : una caja de herramientas original, una mopa para quitar el polvo del interior y un espejo de cortesía para permitir que nuestra bella acompañante se acicale.
Muy cómodo en las plazas delanteras , las traseras aunque muy bien equipadas : cenicero , cinturón, son solo testimoniales.
Llega la hora de despedirse, se nos ha pasado el tiempo volando , como es habitual cuando tienes a un interlocutor ameno y un precioso clásico de fondo .
Una experiencia difícilmente olvidable para este que escribe , el placer de sentir el espíritu del gentelman driver inglés en mi piel , una joya de coche , un aficionado sensacional y un entorno precioso, un sueño hecho realidad .
Juan José, Hans , muchas gracias por tu tiempo y el café que me hizo entrar en calor , la próxima con el Rover pero pagaré yo un abrazo muy fuerte , da gusto encontrar aficionados así.
Un saludo y dulces rodadas