Porsche 928: «el tiburón alemán´´

Para los que ya pasamos la treintena, hay clásicos que nos han marcado por lo innovador de sus líneas.
En esta ocasión, el reto para Fast & clasics era grande. Después de tener entre nuestras manos los volantes de diferentes clásicos, el corazón nos pedía más ; un Porsche.

Además un Porsche diferente, que marcó un antes y un después en la cadena de diseño de la marca germana: un 928. Rápidamente un nombre: «Jorge´´.
Tras comentar nuestra intención al propietario y amigo, no duda en prestarnos el 928 y lo único que nos pide, es que lo aparquemos bien.

Es el momento de la entrega de llaves y que nos cuente las particularidades del coche. » La primera hacia atrás «y empezamos con la lluvia de sensaciones que transmite este V8 con cuarenta años a sus espaldas.

Lo primero la comodidad de las plazas delanteras, es un deportivo de lujo alemán y eso se nota.

 Las plazas traseras: testimoniales y estupendas para llevar la compra.

Empezamos con el viaje, cada kilómetro que recorremos con él, más nos enamora. Amor que crece cuando sacamos los faros que nos marcan el principio de este Deportivo.
Es entonces cuando nos transportamos en el tiempo a los años ochenta. Al ejecutivo americano que entre el SL de Mercedes y el nuevo 928 de Porsche, opta por nuestro protagonista.

Curiosamente este coche, se vendió mejor en América que en Europa y para promocionarlo, que mejor que una película con Tom Cruise como protagonista junto al 928 : Risky Business.

Después de tantas sensaciones es el momento de las fotos; Alberto busca el ángulo perfecto y yo no paro de mirarlo, de pronto surge : Es como un tiburón! ,exclamo. !Un depredador del asfalto!, dice Alberto.
Es hora de entregarlo a su dueño y volver al siglo XXI .

Nos despedimos del coche con la mirada fija en su silueta. Es cuando Alberto me pasa el brazo por la espalda y me dice » Gracias «.
Bien aparcado queda el  928 como era el compromiso.

Jorge, muchísimas gracias por dejarnos soñar y dar vida con tu sabiduría y equipo de mecánicos a nuestros clásicos.
Por cierto ¿ me lo cambias por el Mercedes ?

 
Un saludo y dulces rodadas