A quién no le gustan los coches de Rallye , con sus pegatinas , sus pasos de rueda marcados , sus interiores de nave espacial , las barras y esos incómodos asientos ,¿ quién no se ha enamorado a primera vista de las angulosas líneas de los coches italianos de la década de los 70 ? y lo más importante , ¿ quién no ha emulado en alguna ocasión a Los grandes del mundial de Rallies con sus pequeños coches a escala ? Pues queridos lectores , yo soy uno de esos que se enamoraron a primera vista de este coche , un Beta Montecarlo del año 78 cuando siendo todavía un proyecto lo descubrí en el taller Motorkrash, vacío como cáscara de nuez , la vista se me fue como el metal al imán a esa preciosa carrocería de angulosas líneas diseño de Pininfarina , entonces ensimismado y casi babeando no pude dejar de acercarme al coche y preguntar a David ,que en ese momento le pillaba
trabajando en la carrocería del coche como el escultor lo hace con un bloque de mármol de Carrara , de qué se trataba el proyecto :es un Beta Montecarlo que estamos haciendo desde cero transformándolo a Grupo 4 , ya verás cuando terminemos lo bonito que quedará , su dueño es un enamorado del coche .

Luego hablando con Juan Luis compañero y socio de David me estuvo comentando todo el trabajo que estaban llevando a cabo con el coche .
El coche era un proyecto ambicioso encargado por su dueño Juan Carlos , que tras muchas noches de insomnio decidió dar una segunda oportunidad a este Beta de serie importado desde Bélgica y transformarlo en un tributo al Beta Montecarlo que hoy luce .
Me encanta la decisión final del por qué el acabado Martini y no Cinzano que lució Stig Blomqvist en Finlandia en el año 1979 fue el elegido , información que extraigo del artículo que para la revista que se editó por la Escudería El Piélago con motivo de la XVI Subida a El Piélago escribiría Juan Carlos Sánchez ( el dueño del auto ) :partiendo del coche rojo , manejaba dos posibles decoraciones , una de Cinzano que realmente existió y otra de Martini pero como escribe Juan Carlos ¿ a cuantas personas conocemos que beban Cinzano …? Pues eso , Martini ,forma parte del automovilismo desde hace más de cincuenta años y además es un clásico en el aperitivo y quién sabe a lo mejor tuvieron algo que ver las chicas de los anuncios como comentó algún amigo.
Meterse en un coche de estas características es ardua tarea , las barras antivuelco y los asientos de competición junto con los arnés de seguridad , hacen que el acceso sea como poco un ejercicio de entrenamiento .
Luego , una vez sentado , todo está en su sitio , hasta el volante que queda muy cercano a nosotros , es cómodo .
Engranar primera y empezar a movernos , es un sueño hecho realidad , una oportunidad única que vivo en primera persona , supervisado en todo momento por los consejos sabios de su dueño que sentado a mi lado me va dirigiendo como el copiloto al piloto .
Motor “ Lampredi” dos litros que empuja con nervio al precioso coupe ¡ que barbaridad !¡ que maravilla sentirme dentro de esta máquina y por momentos pensar que estamos en un Rallye de los de antaño!
Tocaba la sesión de fotos entre anécdotas y algún curioso que se acercaba a admirar la máquina .
Un viejo y abandonado restaurante , entre columpios de otra época y olivos , bien podía trasladarnos a la Italia de los ochenta .
Pero es el simpático “Gambrinus” de Cruzcampo el que en esta ocasión , como testigo inmóvil , da fe de nuestra presencia y nos da la pista de estar en España .
Cada rincón del coche y fotografiado con cariño , cada ángulo del que un día lo dibujo , sacado a relucir , la ilusión de su dueño , puesta en cada pegatina y accesorio .
¡ difícil dejar de mirarlo !¡ hasta la naturaleza queda recelosa de tan bello auto! Una mariposa blanca , se cruzó en el plano como queriendo averiguar de que se trataba y de esa forma quedar inmortalizada o quién sabe ¿ quizás se había enamorado a primera vista ?
Tocaba poner fin al encuentro , retornar al auto a su lecho de seda y volver Juan Carlos y yo a nuestras responsabilidades del día a día , no sin antes echar un último vistazo al coche con la sana envidia de los que sentimos esta pasión y de emplazarnos a otra ocasión para seguir hablando de esta sana afición , compartiendo anécdotas y sobre todo aprendiendo día a día de las historia que me cuentan los orgullosos dueños a los que agradezco su apoyo incondicional .
Un saludo y dulces rodadas
P.D. Juan Carlos , muchísimas gracias por tu generosidad y tiempo .
Agradecimiento también a la generosidad del Hostal Santo Tomé de Toledo
