Cierto es que el título bien podría haber sido con «F» de Francia o con «F» de FASA , pero al final me he decanté por la «G» de Gordini , la cual ves en rojo nada más abrir el capot .
Cincuenta años después de salir de la cadena de montaje pero este con más carácter pucelano que Galo y tras un largo letargo en el garaje de los sueño que custodia con mimo Jorge Lopez Sebastián , vuelve a la carretera y quién sabe si a los circuitos este el A110 con mucho pedigrí .
La sinergia y veteranía de dos grandes del motor , que discretos , guardan el saber de los maestros :Jorge Lopez de Automecánica Jorge y Ramón Lopez de Hispakart , hicieron que el Alpine que en otro tiempo corrió en diversos Rallies , despertase del letargo , descanso merecido del guerrero .
Un amanecer que me alegró cuando Jorge me dijo que era una realidad y tiempo más tarde ahí estaba .
Su blanco de origen ahora se combinaba con el rojo en lo que sin duda lo hacía ser más exclusivo aún .
El motor de origen de esta unidad tiene muchas mejoras .
Su primigenio 1.1 pasó a 1.4 con muchas sorpresas .
Esta unidad en concreto es una de las 9 que desde Valladolid llegaron a Madrid para ponerse a punto por el equipo de Renault Competición , con radiador delante y su inconfundible » morro de Tiburon » y yo , un apasionado del motor empedernido que en palabras de Jorge me queda muchísimo que aprender , disfruté como un niño chico de la confianza de su dueño al cual admiro y quiero y de las sensaciones del coche .
Lo que en un principio debía ser un paseo en compañía fue una escapada en solitario .
Los compromiso laborales no podían esperar y Jorge , Fede y Manolo debían seguir con el día a día del taller ( clásicos por aquí , clásicos por allá , youngtimer y algún moderno ) a los cuales dedicarles toda su atención y saber hacer .
Este contratiempo supuso que en el momento que me montases en el coche era el responsable del mismo y accedí .
Sin miedo pero con la responsabilidad de saber lo que llevo entre las manos , algo cauto y temeroso intentaba ocultar la extraña sensación de miedo y emoción .
Una vez comprobada la presión de los neumáticos y niveles , tocaba un pequeño briefing
Primera lección : entrar en el coche , ¡ Dios mío! No quepo entonces su dueño me muestra como hay que entrar , un ejercicio de contorsionismo que se acaba convirtiendo en una coreografía .
Una vez dentro y después de seguir las indicaciones , así como un piloto de carreras hace caso a su equipo , El equipo de Automecánica Jorge , me explica cómo arrancar el coche , las marchas , y como ponerme el cinto de seguridad .
Ok todo perfecto , después de una toma de contacto con su dueño y yo de copiloto , tocaba poner en práctica lo aprendido y marchar sólo .
El coche cada vez me infundía más confianza y aunque sabía que podía correr , la idea era dilatar el tiempo y que el reloj pausara las manillas : vamos , que ni se me pasó por la cabeza apretar hasta el fondo el acelerador y descubrir sus más de 140cv , con ir respetando los límites de velocidad iba sobrado , así , era más fácil que cualquier coche que se cruzase conmigo pudiera disfrutar del espectáculo también , hasta un simpático agente de la autoridad local se sonrió al verlo incluso un camionero del norte que venía de cargar se quedó enamorado de la pequeña » berlinetta»
El motor es una delicia con un par bestial que me recordaba al SLC .
Carrocería de fibra y chasis tubular de acero , un Kart que corre como un demonio .
Bajo , estrecho y corto . Ligero y potente .
Si tenemos presente la relación : peso/potencia , no me extraña que este coche estuviera laureado en más de una Carrera.
El interior es espartano pero con esa belleza de los coches deportivos de los setenta .
Si entrar en el coche es difícil pues hay que salvar el arco de seguridad , una vez dentro , su precioso volante y pomo de la palanca de cambios , invitan a emular a cualquier piloto de carreras alpinas pero ojo ,aunque la carga emocional era grande , la razón no puedía hacer mella en la emoción y tengo a mis pies una joya del motor clásico .
Como os decía un coche cómodo de conducir .
Mientras conducía , no podía dejar de fijarme en la «A» que tanto en el salpicadero como volante y pomo me recordaba que estaba en un Alpine.
Mientras hacía las fotos y miraba cada ángulo , imaginaba el coche por Montecarlo o Córcega.
¡Qué bonito y a la vez delicado ! Pensaba mientras intentaba memorizar cada línea de la carrocería .
El tiempo pasaba y aunque no quería desprenderme de él , tocaba regresarlo , una vez lavado ,a manos de su dueño .
Ahora , un Año después de empezar la comercialización de su versión moderna me pregunto ¿ que queda del Alpine de antaño ? Pero eso es otra historia .
un saludo y dulces rodadas .
P.D. gracias a Automecánica Jorge en Coslada .
Jorge , gracias por tus consejos y generosidad , si , amigo mío , todavía me queda mucho por aprender del motor clásico y espero que sigas enseñándome .
Un abrazo fuerte.