Fría mañana por tierras toledanas , la blanca niebla , apenas deja ver la carretera más allá del morro de nuestro coche .
Con precaución pero con la ilusión y el deseo de ponerme al volante del coche que voy a ver , recorro los kilómetros que me separan hasta mi destino .
De lejos , ya diviso el Alcázar majestuoso y la ciudad del misterio por antonomasia se descubre para mí.
Recorro el polígono industrial que tantas veces he visitado , hasta llegar a mi destino : Motorkrash.
Allí veo , cómo dan las últimas pinceladas ( limpieza y pulido ) al que será protagonista del reportaje : un AMC hornet AMX del 77.
Conozco el coche , cuando tiempo atrás dormía el sueño de los justos esperando ponerse a disposición del equipo del taller para volver a sacar su espíritu yanki .
Hoy luce precioso después de un lavado de cara , motor reconstruido , repaso de pintura e interiores y una dosis de espíritu canalla by Motorkrash . El coche está flamante pero sin perder la esencia del tiempo .


Su motor de más de 4.000cc y seis cilindros ( recordad que cuando salió el coche estaba en plena crisis del petróleo ) que tanto comparte con el Jeep , luce sensacional , todas su pegatinas nuevas , manguitos y hasta un radiador hecho a medida algo más grande que el original además de alguna chuchería más .
El Sistema de frenos y suspensiones también ha sido mejorado , y es que la potencia sin control no sirve de nada .




El interior ofrece un puesto de conducción bastante cómodo y pese ( para mi gusto ) la horrible cortinilla que tapa la luna trasera , la visión es buena ( está cortinilla ya la he visto en algún otro americano o incluso francés ( cosas de la estética de la época )
Asientos cómodos tanto para las plazas traseras como las delanteras y un cuadro de mandos y volante que anima a empujar el acelerador hasta el fondo haciendo ruedas al más puro estilo made in USA.
El coche no es muy grande cuatro metros poco , pero con un ancho aceptable y una altura justa sumado a su amplio maletero , sin duda es un coche funcional y usable .





Montado en el puesto de conducción el largo morro tampoco es un inconveniente para la conducción pero la creatividad pintada sobre el mismo , advierte del espíritu canalla ( ojo que es un pequeño bólido )
Este es uno de esos coche que no dejan indiferente , lo ves y te suena aunque no lo hayas visto en tu vida o no conozcas el modelo : parece un mustang , un capri , un escort , te suena si lo ves pero o tienes muchos autos en tu galería mental o no sabrías responder al modelo . Un AMC Hornet en rojo , salía en la película de James Bond “ el hombre de la pistola de oro” y ha sido protagonista de series y pelis americanas de principios de los ochenta .

Pero … como si de la cueva de Ali Baba , se tratase y sin olvidar la magia de esta ciudad tan misteriosa , cabalística y mágica , los recovecos de taller , dejan insinuar bajo un manto transparente como si de fina seda se tratase la silueta de un Seat 1.400 .
Mis ojos como platos , y mi curiosidad de niño grande , hacen que corra con cuidado para destapar y que luzca a la luz , la belleza de este auto . ¡ precioso ! Bonito hasta decir basta y compartiendo espacio con el Mercedes 220s que tanto se parecen .







David , como si un artista renacentista italiano se hubiera encarnado , ha sabido sacar la esencia de los dos autos , cuidando hasta el más mínimo detalle la restauración de los mismos .
Dejo a Juan Luis urdiendo con su tarea diaria sin querer robarle tiempo y al equipo de mecánicos , intentando dar vida al motor de un Mustang que se debate la vida entre el infierno y el cielo ( digamos que ahora está en el purgatorio y Agustín , jefe de taller lo está redimiendo con la oración , su experiencia y la caja de herramientas , pero vaya si tiene horas de trabajo por delante ) para charlar con David sobre las líneas de los autos americanos y europeos de los 50 y 60 , me encanta oírle cómo disfruta explicándome en qué ha consistido la restauración , las diferentes épocas en las que predominaba la línea curva frente a la recta o la sabía reflexión sobre la forma afilada de flecha y la redondeada siempre más armónica para el ojo y es que visitar motorkrash no es sólo visitar a grandes amigos y profesionales de la restauración de clásicos , es un deleite para los sentidos para los que nos gustan los coches clásicos , porque un coche no es solo eso , un coche , es el espejo de un momento histórico , en el que se reflejan muchas cosas : lo estético , la conciencia social , pasa lo mismo que con los edificios , no son sólo ladrillo y masa .
Como el viajero que guarda las vivencias en su mochila , experiencias que le hacen sabio , me despido de estos artífices de ilusión y artistas de la restauración , para volver a mi día a día , atrás dejo la mágica ciudad de Toledo , que hasta en los cuentos de las mil y una noche se nombra .



Un saludo y dulces rodadas
P.D. Mil gracias equipo por dejarme sentir en casa otra vez
Más info , https://motorkrash.es/