Empieza el buen tiempo y que mejor excusa los rayos de sol para pasear nuestros clásicos y lucirlos .
Para el clásico de abril hemos podido contar con una buena unidad del Opel Calibra , un clásico que empieza a estar cotizado , fiable , cómodo ( solo en las plazas delanteras) duro y divertido muy divertido .
Nuestro protagonista : un precioso Calibra propiedad de Pedro un aficionado que ha hecho de su clásico su coche de diario , y es que como dice : me hace sentir la carretera .
Todos los extras de la época llenan al Opel de confor para disfrutar de kilómetros de curvas enlazadas y rectas interminables.
Un sueño que desde pequeño le siguió hasta que muchos años más tarde materializó como realidad .
Mucho tiempo buscando hasta que al final encontrò en Barcelona el coche de sus sueños : un calibra negro con techo solar modelo 16v 2 litros 150 cv el c20 xe .
Solo una cosa le faltaba para ser el perfecto , el interior de cuero beige que compró original de otra unidad .
La mañana fue muy productiva y el tiempo acompañó en todo momento , quizás por que el sol quería iluminar a tan precioso clásico para que el que lo viese por la sierra madrileña lo disfrutase .
Como suele pasar a los aficionados con conocimientos de mecánica , es el propio dueño el que mantiene la máquina como el primer día .
El lugar de la prueba: las carreteras de montaña de la sierra madrileña donde se disputan tramos del nacional de rallies, que mejor emplazamiento , como agarra , ruge y serpentea este clásico que fue el coche con mejor aerodinámica de la época , pero nuestro precioso protagonista icono Opel de los 90 no podía estar solo , debía lucirse y ganarse los galones antes sus mayores : el Manta de Marcos y el Kadett de Fernando , y los ganó.
Daba gusto ver la caravana de clásicos por el centro de los pueblos serranos , donde el negro del calibra atraía las miradas de los más jóvenes y de algún padre de familia que por un momento soñaba como en su día lo hizo Pedro con ese Calibra que con 8 años vió como adelantaba al coche en el que iba .
Lo dicho una mañana de clásicos estupenda difícil de olvidar con comida en la sierra y merienda en la Pedriza ,paradas para disfrutar el paisaje y hablar de clásicos, siempre escuchando y aprendiendo de buenos aficionados y bellísimas personas , generosas dispuestas ahacermos sentir :Siempre Jóvenes, como reza pegatina lateral del Calibra .
No faltó nada , bueno excepto la gorra de Pedro , ( el sol fue tan envidioso que se hizo notar con el techo solar abierto )
Un grandísimo honor contar con Pedro y Marcos , chicos muchísimas gracias , ya estoy esperando la próxima , donde repetiremos el bocadillo de oreja y los helados de chocolate , jejeje
P.D Pedro, sigo pensando que el coche es feo jajajaja , tanto que si pudiera uno gris plata estaría en mi garaje , muchísimas gracias amigo
Un saludo y dulces rodadas