SEAT 127: técnica y línea para cada exigencia 

No sé que tienen estos pequeños utilitarios que enamoran , si los grandes perfumes se sirven en pequeños frascos , este, es un gran coche .



El simpático utilitario de finales de los 70 , pasó a convertirse en segundo coche en los ochenta ,llegando a los 90 como coche viejo carne de desguace ,para coronar el siglo XXI siendo clásico popular capaz de levantar miradas de cariño a su paso.


Difícil resulta no escribir con cariño de este simpático clásico popular tan presente en la vida de los españoles.


No olvidaré la cara de asombro del automovilista que coincidiendo conmigo en la estación de servicio , soltó una sonrisa y con la pasión de haber encontrado un tesoro de la infancia, le dijo a su compañero de viaje : mira un 27 igual que el que yo tenía de joven .


Inevitable era acercarse y charlar sobre las mil batallitas de su » 27″ pero aunque hubiéramos charlado horas , los compromisos acechaban .

Siempre agradeceré a mi buen amigo Jorge López y su equipo de Automecanica Jorge, la oportunidad que me brindaron para realizar el repor de mayo para el blog con este juguete .

En otra ocasión y puesto que el coche lo agradece , me hubiese perdido por alguna carretera secundaria lejos de la civilización para poder mimetizarme con el coche y sentir sin distracción lo que exhala el vehículo , pero pensé :No; si el eslogan del parabrisas trasero reza: técnica y línea para cada exigencia, hagamos de la experiencia de prueba un «día a día normal de los 80 en el 2017» dicho y hecho mi pequeño clásico y yo , redescubriremos la ciudad .

Primero , el ritual del estarter para continuar con el engranado de la primera marcha y poner rumbo a la gasolinera, tengo por costumbre no abusar de los que me confían sus autos y como muestra de agradecimiento, saco sus mejores galas para que atraigan todas las miradas ; las de nostálgicos y las de impasibles.


Segundo, una vez limpio y con autonomía suficiente para disfrutar , tocaba poner rumbo a la City .

Me encanta , circular sin miedo a rebasar los límites de velocidad , sintiendo ese olor a vetusto y con la escalofriante sensación cuando oigo un ruido raro , que me puede dejar tirado y cabizbajo pedir disculpas a su dueño ,pero como por arte de magia al final estos coches parece que toman vida , se humanizan y como coquetos , siempre están a la altura de la circunstancia y con creces .

El pequeño motor , nervioso , pero pequeño junto con su tamaño justo pero útil, hacen que el 27 se desenvuelva airoso en el saturado tráfico matinal de Madrid .


Genial es la cara de los taxista al coincidir puerta con puerta en los semáforos de recoletos , que conqueto luce por Serrano , sin miedo a los grandes sedanes eléctricos cuyo nombre empieza por «T», «achantarme yo » piensa el 27 , y de compras a un gran almacén.

La vida cosmopolita está hecha para nuestro clásico, asientos cómodos, maletero generoso y todas las comodidades necesarias a la altura de las manos ( es decir : manivela para bajar ventanas , mechero , cenicero y ventilador ) para qué más.


Aparcado el auto aprovecho la ocasión para pasear por El Barrio y disfrutar en el museo  Sorolla , del paso del tiempo y el amor que Joaquin procesaba a Clotilde . 

Toca devolver el coche a su dueño pero no puedo evitarlo, necesito encontrarme en soledad con sus ruidos , sus quejidos de cuarentón y ponerlo al límite de su motor ( osea 100km/h, sé que anda poquito más pero…. no queremos reventar nuestros clásicos, queremos disfrutarlos)


La autopista de regreso me pone una prueba en la que tendría que decidir rápido , poco tiempo me quedaba para la entrega pero la realidad era que el teléfono no había sonado todavía para reclamarme al pequeño de los SEAT , el hecho era hecho y no había vuelta atrás, pasé de largo de la dirección primigenia y apreté el acelerador hasta sacar toda la Fura que llevaría al coche a ponerlo al límite de mis exigencias primera , segunda , tercera y cuarta , engranan con decisión y sin titubeos de ninguna índole.( esta vez y haciendo un ejercicio de confianza a 110 Km/h) el coche me empezó a mostrar el carácter propio del que sabiéndolo llevar y con algunas modificaciones de la época , sacaba un deportivo rabioso , buena materia prima !.


Bien sabía que el coche respondía , que era perfecto para un día a día del siglo XXI en una gran urbe , que en autopistas no quedaría atrás pero ¡ ay cómo echo de menos mis paisajes ! ¡ mis caminos sin asfaltar!¡ mis rutas por rodadas que en otro tiempo eran únicos nexos entre pueblos! Mis carreteras secundarias que me recuerdan a la infancia en el campo …..y llegó La foto , así como Sorolla, pintaba la naturaleza , nuestro SEAT , debía ser retratado como un bello bodegón monetizado con esta .¡ un pajar tuvo la culpa ! Una carretera sin fin aparente ,la cara de ilusión del que escribe y un cigarrillo emboquillado, el deleite de cada uno de los angulosos recovecos del coche , con miedo y sin ganas de que llegase el final del sueño, que lógicamente llegó, la llamada confirmando que mi coche ya estaba reparado y que podía pasar por él .¡Ah!que no os lo imagináis, el clásico del mes de mayo fue el coche de sustitución que el taller me prestó mientras arreglaban el mío , la cara que pones querido lector , fue la misma cara de asombro que puso el automovilista del principio de la historia , el taxista de después y incluso el propietario del sedán con T, ( la otra opción era que me dejasen un moderno sedán de este tiempo pero os aseguro que de haber sido así , no hubiese podido escribir estas líneas y haceros sentir la magia del 27)y si ,si estuvo a la altura de mi exigencia.

Un saludo y dulces rodadas 

P.D. Jorge, sencillamente Gracias.

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SEAT 127

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2 respuestas a SEAT 127: técnica y línea para cada exigencia 

  1. Ana Garcia dijo:

    Me interesaría encontrar copias, reproducción o algo así de algunas pegatinas que salen en tu post. Sabes de algún sitio que las venda?? Son para regalar a alguien que tiene el coche

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